Vive en el medio polar y zonas heladas del Hemisferio Norte.
Presenta un perfil más alargado que el de otros osos y las patas más desarrolladas, tanto para caminar como para nadar largas distancias. Las orejas y la cola son muy reducidas, para mantener mejor el calor corporal, al igual que en muchos otros mamíferos árticos. En esto también colaboran una gruesa capa de grasa subcutánea y un denso pelaje, que en realidad no es blanco, sino translúcido, formado por miles de pelos huecos (que al estar llenos de aire, son un buen aislante térmico). Bajo el pelaje se encuentra la piel, que es negra para atraer mejor la radiación solar y aumentar así el calor corporal.
Los machos adultos alcanzan normalmente pesos de entre 400 y 500 kg, aunque se conocen ejemplares excepcionalmente grandes que alcanzaron o incluso superaron los 1.000 kg. Las hembras suelen pesar de 200 a 300 kg; sin embargo, en el tiempo en el que acumulan grasa antes de dar a luz, pueden pesar cerca de media tonelada. Los machos miden en promedio 2,5 m de largo, mientras que las hembras rondan los 2 m.